Es casi seguro que el próximo 28 de julio se confirmará la creación de un Ministerio de Ciencia y Tecnología; esto no es novedad, ya que se trata de un objetivo de Gana Perú y un compromiso del presidente electo para convertir a esa propuesta en eje estratégico para el nuevo modelo de desarrollo que desea impulsar en el país en los próximos cinco años.
El Acuerdo Nacional, en su vigésima política de Estado, menciona algunas acciones concretas por seguir para el desarrollo de la ciencia y la tecnología, como la formación de científicos, mejorar la infraestructura y promover proyectos científicos tecnológicos.
Además, contamos con un Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación para la Competitividad y el Desarrollo Humano (PNCTI) 2006-2021, que si bien debería ser revisado, marca la dirección que debemos tomar.
Para su ejecución necesitamos que inmediatamente se trabaje en el presupuesto y las políticas públicas por implementar para que funcione una nueva articulación del sistema nacional de ciencia y tecnología, sin que se deje de lado la participación de las universidades y los centros de innovación tecnológica.
Parece que la voluntad política de apostar en ciencia y tecnología nos permitirá tener un presupuesto adecuado, y en vista de que las tareas concretas por ejecutar están escritas en diferentes documentos revisados en múltiples foros.
Solo falta garantizar que los gestores de esta alta misión sean idóneos y cuenten con sensibilidad social. Sin duda, la comisión de transferencia tiene una ardua tarea para seleccionar al primer ministro de la ciencia y tecnología y sus funcionarios de confianza. Considero que el Perú cuenta con profesionales valiosos en ese campo.
Claro que para esa selección existen diferentes criterios. Algunos son de la opinión de que debería dirigirlo un científico; otros, por un planificador con amplia experiencia no solo en el terreno público sino también en el privado.
Lo ideal debe ser que este profesional, altamente capacitado, sea capaz de conciliar criterios con toda la sociedad científica peruana, la que radica en el país así como la que se encuentra en el extranjero. Y caminar juntos por la senda del progreso. El Perú merece que esta oportunidad sea aprovechada al máximo, no la echemos a perder con más de lo mismo. (El Peruano 15/6/11).
