Felipa Petronila Alejos Torrejón es maestra de primaria en la escuela rural 88194 del centro poblado de La Banda, una comunidad a 3500 metros sobre el nivel del mar en el distrito de Tauca, provincia de Pallasca (Áncash). Para ella, la función docente no consiste tanto en enseñar determinadas materias, sino más bien en enseñar a sus estudiantes a aprender, fomentando en ellos cierto grado de autonomía intelectual.
Es así que ha creado “El pensamiento crítico y su incidencia en los aprendizajes”, una iniciativa pedagógica que propone actividades complementarias y contextualizadas a la estrategia Aprendo en Casa, priorizando las competencias de las áreas de Comunicación y Personal Social.
Para el logro de estos objetivos, la maestra plantea técnicas y metodologías didácticas como debates, asambleas y tertulias. También el procesamiento de información en organizadores visuales y se elaboran textos argumentativos sobre temas de coyuntura, que luego se comparten y discuten vía ZOOM.
“Previamente desarrollo reuniones virtuales con la directora para la sistematización del diagnóstico de conectividad de las familias, el análisis de las actividades y recursos propuestos en la estrategia nacional, así como el uso de las herramientas tecnológicas. Al término planificamos las sesiones de aprendizaje contextualizando las actividades”, cuenta la maestra que inscribió esta experiencia en el Registro de Iniciativas Pedagógicas del Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación Peruana (FONDEP).
Felipa señala que esta iniciativa forma parte de un proyecto de innovación que viene implementando desde hace aproximadamente un año, y cada día observa avances cualitativos en el logro de los aprendizajes de los estudiantes, evidenciándose en ellos una actitud propositiva, crítica y reflexiva frente a las actividades que se realizan. Cuenta que ahora son capaces de elaborar diversos discursos, argumentar y defender sus ideas con base y proponiendo soluciones. Los cambios son notorios además en su forma de expresarse.
“Muestran mayor capacidad de perseverancia. Presentan sus trabajos mejor organizados y se muestran dispuestos a escuchar sugerencias y a aceptar críticas de sus compañeros. Consideran más el proceso que siguieron para resolver el reto y no la respuesta como lo hacían antes”, manifiesta.
En esta comunidad, de nombre peculiar, los habitantes cuentan con radio, televisión y acceso a internet, facilitando tener una buena comunicación al realizar el proceso del monitoreo y retroalimentación que desarrolla de forma individual y grupal, haciendo uso de las conferencias virtuales.
“Cada estudiante cuenta con una carpeta virtual de donde se adjunta las evidencias que reviso, explicándoles en qué nivel del desarrollo de la competencia se encuentran y cómo hacer para mejorar sus aprendizajes. Para este proceso se ha creado instrumentos de evaluación como las listas de cotejo, fichas de autoevaluación, entre otros, fomentándose la retroalimentación entre pares o con sus familiares”, agrega.
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