“Me acerco a casa para aprender en familia” es una iniciativa que se desarrolla con estudiantes del segundo grado de primaria de la IE 17074 Pedro Emilio Paulet Mostajo, ubicada en la ciudad de Bagua Grande, en Amazonas. La finalidad es dar continuidad a los aprendizajes de los estudiantes aprovechando las sesiones y recursos del Aprendo en Casa.
Para este trabajo es necesario relacionar las clases al entorno de los estudiantes, afirma Silvia Ysela Cabrera Larreátegui, profesora de la institución. Es así que cada una de las sesiones de las áreas de comunicación, matemática, personal social y ciencia y tecnología pasan por un proceso de adecuación y contextualización que respondan a los intereses y necesidades de aprendizaje de los estudiantes. “Primero, elaboro las fichas y los videos de presentación de las sesiones para estudiantes y padres de familia. En el material se da a conocer el nombre, propósito y la secuencia de sesiones, y actividades a trabajar con un lenguaje claro, sencillo, para finalmente, enviarlos por WhatsApp grupal”, manifiesta.
El seguimiento lo hace a través de llamadas y audios, alentándolos a seguir trabajando y orientándolos en sus dificultades. Al finalizar, y en un horario establecido con los padres y madres, establece una comunicación sincrónica con los estudiantes a través del WhatsApp. A este espacio lo denomina “Cuanto aprendí hoy”, que consiste en un conversatorio a partir de audios, relacionados con la sesión trabajada.
“Intercambiamos opiniones acerca de lo trabajado, también envían audios o vídeos de las evidencias, acompañadas por una explicación o un mural de aprendizajes, a través de dibujos para dar a conocer lo que aprendieron, cómo lo hicieron y para que le sirve lo aprendido”, detalla.
Estas evidencias son descargadas por la docente para preparar el proceso de retroalimentación individual y grupal, de acuerdo a un cronograma establecido con los padres de familia; proceso que se realiza a través de videollamadas. Al final, son editadas y compartidas vía las redes sociales para motivar a las familias a seguir trabajando juntos.
Hasta la fecha, Cabrera observa que los resultados son positivos, gracias al compromiso de padres, madres e hijos. “Lo que estamos viviendo todos los maestros no es fácil, pero tampoco imposible. Desde mi labor docente insto a mis colegas a seguir innovando y sacar a relucir nuestra verdadera vocación, por ello, comparto con mucha humildad lo que estoy haciendo desde casa en beneficio de los estudiantes”, recomienda.
Esta experiencia ha sido inscrito en el Registro de Iniciativas Pedagógicas del Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación Peruana (FONDEP), con la finalidad de que otros docentes puedan replicar esta práctica de acuerdo a su contexto.
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