La necesidad de enseñar a distancia durante la cuarentena ha sido una oportunidad para reinventarse y así lo han entendido cinco profesoras, cuya forma lúdica y didáctica ha servido para conectarse con sus estudiantes de inicial de diferentes instituciones educativas de la provincia de El Collao, en Puno.
Yanneth Mamani Incacutipa es una de ellas. A su cargo tuvo 24 niños y niñas de la I.E. 246 “Mi segundo hogar”, ubicada en el distrito de Ilave. Junto a sus colegas de escuelas rurales crearon Yizen Chaski TIC, una iniciativa pedagógica que nace ante el limitado acceso a medios de comunicación y conectividad que muchos de sus estudiantes tenían.
El trabajo consiste en la planificación y producción de videos como recurso audiovisual educativo. Este material se elaboraba tras la emisión el programa Aprendo en casa, pero adaptados al contexto de cada uno y reduciendo el tiempo para captar la atención de sus pequeños. Esta iniciativa ha sido registrada en el Registro de Iniciativas Pedagógicas del Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación Peruana (FONDEP).
Explica la maestra que el nombre Yizen tomaa las iniciales o alguna letra del nombre de cada una, mientras que chaski significa mensajero. “Somos unas mensajeras. Con esta iniciativa hemos logrado que ellos sigan aprendiendo y de forma nivelada porque no todos cuentan con los medios para conectarse a las clases virtuales; los motivos son diferentes”, comentó.
La finalidad ha sido apoyar y potenciar las capacidades, habilidades y conocimiento de los niños y niñas para el desarrollo de sus competencias y asegura que lo han logrado siendo organizadas. Luego de elaborar los videos, estos eran compartidos al grupo de WhatsApp con los padres de familia, pero además lo subían a su página de YouTube para que sirva de apoyo a otros colegas.
Fueron los padres y madres de familia, quienes se encargaban de socializar los videos enviados por sus maestras que les brindaban además el acompañamiento y retroalimentación correspondiente. Otros proyectos de innovación que realizaron fueron: miércoles de cuentos y jueves cultural, realizando actividades de acuerdo al interés de los niños y niñas.
“No solo le compartimos videos, también notas, fotos con contenido y breves diapositivas. Ha tenido una acogida favorable por parte de los estudiantes y sus familias, permitiendo una participación más activa. Algunos si tienen acceso a medios, pero queríamos que sea un aprendizaje equilibrado donde todos y todas aprendan”, manifestó.
