Para Jackeline Pérez Cauna, maestra de una escuela en el distrito limeño de Comas, la educación a distancia significó perder el miedo y atreverse a utilizar las herramientas pedagógicas de manera virtual para responder a este reto que trajo consigo la pandemia.
Es así que decide crear Gestión de evidencias y retroalimentación formativa con el uso del drive, una iniciativa que fue inscrita en el Registro de Iniciativas Pedagógicas del Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación Peruana (FONDEP). La finalidad fue promover el aprendizaje autónomo en los estudiantes de 1° de secundaria de la I.E. Carlos Wiesse, utilizando el Google Drive, una herramienta que te permite guardar tus archivos de forma segura y ordenada, y abrirlos o editarlos desde cualquier dispositivo.
“Esta herramienta nos ayudó, sobre todo, para la retroalimentación personalizada y oportuna a los estudiantes. Como tenían varios cursos, enviaban las evidencias durante la semana o en las siguientes, luego del desarrollo de las sesiones. En otras ocasiones, enviaban de dos semanas juntas. Todo se observaba muy desordenado y complicado”, expresó.
Utilizando el WhatsApp y las llamadas por celular, la maestra fue capacitando a sus estudiantes en el uso del drive. A través de estas herramientas se les explicaba el objetivo del portafolio, cómo deben organizar sus evidencias, la importancia de nombrar cada subcarpeta y cada archivo que crean. Al mismo tiempo se les da el enlace de la carpeta digital creada en el drive con sus nombres y apellidos y se les recomendaba compartirlo, ya que era individual.
Cuenta que, al inicio, ella creaba las subcarpetas para que los estudiantes semanalmente suban sus evidencias. Tras semanas de implementación de la iniciativa, ya cada uno creaba y ordenaba sus archivos en el portafolio. En este proceso fue importante sensibilizar a los padres sobre la necesidad de esta herramienta web y el objetivo que tiene, pues algunos no entendían porque sus hijos e hijas paraban mucho tiempo con el celular o porque estaban gastando sus megas.
“Esta iniciativa promueve la autonomía y la organización de los estudiantes frente a sus aprendizajes, lo cual responde a una de las competencias transversales del currículo, referida a la gestión autónoma de los aprendizajes. Para mí, al acceder al portafolio de los estudiantes, la iniciativa facilitó el análisis de las evidencias a partir de criterios previamente establecidos y brindar una retroalimentación oportuna”, enfatizó.
Sin embargo, no todo el proceso fue fácil, pues también hubo un pequeño grupo de estudiantes que lo lograban conectarse por diferentes motivos. Uno de ellos, el limitado acceso a internet. Para ello, la maestra optó por otras estrategias, vía telefónica. “Ellos contaban o describían sus evidencias por teléfono. Nadie tenía que quedarse fuera, ese fue mi mayor reto”, señaló.
Puedes acceder a la ficha de la iniciativa aquí.
