En el centro poblado de Maribamba, distrito de Yauya, en la provincia de Carlos Fermín Fitzcarrald, en Áncash, un grupo de docentes decidió instalar tres altoparlantes en puntos estratégicos de la comunidad, con la finalidad de brindar la retroalimentación a sus estudiantes de la I.E. 84264, la única escuela de primaria que existe en la zona.
A esta iniciativa la denominaron “Nuestras voces llegan a través del altoparlante para el logro de las competencias curriculares” y ha sido inscrita en el Registro de Iniciativas Pedagógicas del Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación Peruana (FONDEP). El profesor Feliciano Castillejo Fernández explica que esta iniciativa surge porque la mayoría de padres y madres de familias salían a sus chacras para trabajar llevándose el celular, único medio de comunicación para hacer el acompañamiento a los estudiantes.
“Al ver este problema, los seis docentes de la escuela decidimos buscar una solución. Es así, que hicimos una colecta para comprar los altoparlantes, con la colaboración de la UGEL. Estos funcionan con el apoyo de las familias que responden a las llamadas de los docentes y transmiten las sesiones de Aprendo en casa y el proceso de retroalimentación. Así hemos dado continuidad al servicio educativo aquí, hemos salido adelante, pese a las dificultades”, cuenta el maestro con 34 años de experiencia.
Estos altoparlantes están instalados en los barrios de Erapampa, Cebadapampa y Queroyog, cerca de la carretera Yauya a Juncay, ubicada en el mismo distrito. A su alrededor, los estudiantes se juntaban por turnos y en pequeños grupos para escuchar el contenido o la explicación de las distintas materias. Los seis docentes han realizado este trabajo de 7:00 a.m. a 8:00 a.m. y de 5:30 p.m. a 6:30 p.m.
“Nosotros contextualizamos las sesiones para que capten más rápido. Desde nuestras casas llamamos a los vecinos que viven donde está instalado estos equipos y ellos nos enlazan para que los estudiantes nos escuchen. Este modo de trabajo ha sido bien aceptado en la comunidad porque además lo hacemos en nuestra lengua materna que es el quechua, propio de la zona, y luego lo traducimos. Así también hacemos prevalecer nuestra identidad”, señala.
Sin embargo, no siempre fue sencillo. Cuenta el docente que a inicios de la educación a distancia los padres y madres de familia se mostraban muy desconfiados con esta modalidad de enseñanza, pero conforme fueron pasando los meses vieron que los resultados iban mejorando. A fines del 2020, el 80% de estudiantes ha logrado culminar sus clases, teniendo el soporte de los docentes por el altoparlante que ha servido, incluso, para brindar soporte socioemocional a través de canciones y mensajes positivos.
A sus 62 años, el profesor Feliciano considera que uno puede quedarse de brazos cruzados ante las dificultades y que se tiene que buscar salidas en beneficio de los estudiantes, que merecen contar con el seguimiento y apoyo de sus docentes. “Las transmisiones por los altoparlantes no reemplaza al proceso de retroalimentación tal cuál, pero es la única vía que encontramos para llegar a todos, hay algunos que, si cuentan con celulares, pero es una minoría y lo que buscamos es que todos aprendan y comprendan”, finaliza.
Puedes acceder a la ficha de la iniciativa aquí.
