Este fenómeno tiene implicancias relevantes en los procesos de aprendizaje, pues aparece una suerte de “aprendizaje invisible” en donde la capacidad de aprender se produce de manera casi inconsciente y sin la presencia de fuentes de verificación única.
Se adquieren conocimientos de manera directa, sin preceptores o tutores y en cambio aparecen modos de aprender de manera colectiva, como es el caso de los millones de comunidades digitales en internet, los famosos tutoriales y los miles de repositorios de contenidos en línea desde donde te puedes conectar con las últimas tendencias de lo que más interese.
La desmediatización del aprendizaje cuestiona fuertemente el actual papel de los maestros, enfrentándolos al reto enorme de reinventarse en un siglo en el que el conocimiento se forja más que nunca de manera colaborativa, horizontal y mundial.
Hoy, en el Perú, tener maestros innovadores no es solo una tendencia, es una obligación. Por eso, alegra saber que el FONDEP ha empezado un proceso para ensayar este nuevo perfil, asumiendo que los mejores evangelizadores de los beneficios de la tecnología en el siglo 21, en el cole y más allá, son los profes. ¡No lo dudes, profe!
Publicado en La República
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