Padre Gastón Garatea
Presidente del Grupo Impulsor Inversión en la Infancia
Desde el Grupo Impulsor Inversión en la Infancia buscamos promover una conciencia nacional sobre la importancia de que la primera infancia ocupe un lugar preferente en la agenda del país. Metas como la erradicación de la desnutrición crónica infantil –en el país hay más de 630 mil niños y niñas menores de cinco años con desnutrición crónica- deben ser un objetivo nacional. Erradicar la desnutrición crónica infantil es posible, y es una obligación ética y moral que ningún niño o niña pierda la oportunidad de desarrollar sus capacidades plenamente por sufrir de desnutrición. Se han anunciado compromisos, desde el gobierno central y los gobiernos regionales y locales, para priorizar la lucha contra la desnutrición crónica infantil. Una activa vigilancia ciudadana es fundamental para que esos compromisos se cumplan.
Es inaceptable que más de 630 mil niños y niñas vean afectado su desarrollo y su futuro por sufrir de desnutrición. Esa realidad es un drama del que muchos sectores de la sociedad peruana parecen no estar conscientes. Por eso hay que reforzar el trabajo, como el que desarrolla el Grupo Impulsor Inversión en la Infancia, para promover en la opinión pública la toma de conciencia sobre esta dura realidad de nuestros niños y niñas y se movilice para terminar con esta situación que no debe continuar.
Además de la obligación ética y moral que todos tenemos para trabajar con el objetivo de terminar con la desnutrición crónica infantil, lograr esa meta es indispensable si queremos tener un desarrollo económico y social sostenible. La inclusión social comienza por darles a todos los niños y niñas las mismas oportunidades, y eso pasa porque ningún niño o niña sufra de desnutrición, porque todos ellos tengan acceso a una educación de calidad, a salud y a servicios básicos como agua y saneamiento.
La desnutrición crónica infantil en nuestro país es fruto de un largo olvido. La lucha para erradicarla debe ser integral y articulada, abarca muchos campos, porque estamos frente a un problema multidimensional. Son diversos los factores que llevan a que un niño sufra de desnutrición crónica. No es un problema que se resuelva solamente con repartir alimentos, hay un componente cultural que muchas veces olvidamos, el aspecto educativo es muy importante, garantizar el acceso a servicios básicos como agua y saneamiento es fundamental, darles a las familias las condiciones necesarias para asegurar ingresos económicos dignos es una tarea urgente. Es fundamental que la lucha contra la desnutrición crónica infantil sea integral y articulada, que no se base solamente en la alimentación.
Si no entendemos que el combate a la desnutrición crónica infantil abarca todos estos campos y que las políticas en este terreno deben ser articuladas entre las diferentes instancias del Estado y los distintos niveles de gobierno (gobierno central y gobiernos regionales y locales) no lograremos erradicar la desnutrición crónica infantil, lo que tiene que ser un objetivo nacional. El país está en condiciones de erradicar la desnutrición crónica infantil. No hay, pues, razón que justifique que cientos de miles de niños y niñas sigan viendo frustrado su futuro por no tener una adecuada nutrición.
Líneas arriba señalábamos que se han anunciado, desde el gobierno central y los gobiernos regionales y locales, una serie de compromisos para priorizar la inversión en la primera infancia y poner como un objetivo nacional la erradicación de la desnutrición crónica infantil. Esos compromisos públicos son un importante avance, pero ahora la tarea urgente es traducir eso en acciones concretas y en logros efectivos. Y ahí la sociedad civil y la vigilancia ciudadana juegan un rol clave.
Al gobierno se le debe apoyar en todas las acciones que realiza a favor de los niños, pero es fundamental una activa vigilancia ciudadana a quienes toman las decisiones para que cumplan con sus compromisos públicos de priorizar efectivamente la inversión en la primera infancia y que las declaraciones hechas por las autoridades asegurando que la erradicación de la desnutrición crónica infantil es un objetivo fundamental de las distintas instancias de gobierno, no queden solamente en palabras sino que se traduzcan en acciones concretas para alcanzar el objetivo de desnutrición crónica infantil cero. Desde el Grupo Impulsor Inversión en la Infancia trabajamos activamente para reforzar esa vigilancia ciudadana.
En conclusión, podemos afirmar que una acción articulada e integral y el reforzamiento de la vigilancia ciudadana son claves para lograr el objetivo de erradicar la desnutrición crónica infantil.
Fuente http://www.inversionenlainfancia.net/web/blog/opinion/156/96